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Cazuelas, memoria y tradición en la mesa mexicana

Ciudad de México, septiembre de 2025 — En México, las cazuelas no son sólo utensilios de cocina.


Representan la memoria colectiva, la historia de familias y comunidades, y el pulso diario de la cultura alimentaria del país. Cada vez que una cazuela hierve a fuego lento, se recrea un vínculo ancestral con la tierra, con las manos que amasan el maíz y con recetas que han pasado de generación en generación.


Además de su valor simbólico, las cazuelas son extremadamente prácticas. Su resistencia al fuego directo y su capacidad para distribuir el calor de manera uniforme permite preparar desde caldos y guisos hasta platillos complejos con facilidad. Esto las convierte en aliadas del día a día de millones de hogares mexicanos, donde la cocina es tanto un acto de nutrición como de conexión familiar y comunitaria.


De acuerdo con un estudio de la UNESCO sobre la cocina tradicional mexicana, este patrimonio cultural comprende actividades agrarias, técnicas culinarias, conocimientos ancestrales, rituales y costumbres que fortalecen los vínculos sociales y consolidan el sentimiento de identidad a nivel nacional, regional y local. Se sabe que la mayoría de los hogares mexicanos mantiene vivo el hábito de cocinar platillos tradicionales al menos una vez por semana, desde guisos cotidianos hasta preparaciones especiales para celebraciones y festividades.


El uso cotidiano de cazuelas también ha contribuido al desarrollo y la difusión internacional de la gastronomía mexicana. La combinación de técnicas tradicionales con ingredientes frescos y regionales ha permitido que platillos originarios de cazuelas sean reconocidos mundialmente, consolidando a México como uno de los países con una cocina más apreciada a nivel global.


Según un estudio de Kantar, en el último año, las ocasiones en las que los hogares preparan alimentos se incrementaron un 14.7%, lo que equivale a 23 millones de ocasiones adicionales a la semana solo en el Valle de México, Guadalajara, Monterrey y Mérida. Este aumento en la preparación de alimentos en casa sugiere una preferencia por la cocina casera, que incluye la preparación de platillos tradicionales en cazuelas.

Peltre Lonchería rescata este pulso vital con su menú de cazuelas, reinterpretando clásicos sin perder su esencia.

Entre las opciones destacan:


● Milanesa de pollo con nopales en salsa verde — crujiente y auténtica.
● Pipián verde con pollo y calabacitas — tradición que abraza lo vegetal y lo especiado.
● Rajas poblanas con crema y pollo asado — mezcla sutil de ahumados, cremas y sazón
casera.
● Entomatado con chambarete de chipotle — herencia familiar con carácter.
● Adobo cuatro chiles de cerdo — intensidad, fuego y sabor profundo.
● Tortitas de carne de res en salsa verde tatemada — textura suave, aroma a chile y tomate
tatemado.

En México, cada cazuela guarda memoria”, comenta el vocero de Peltre. Más allá del platillo, lo que importa es el calor humano, el gesto de compartir y la tradición que se sirve en cada cucharada, evocando a madres, abuelas y barrios enteros.


Este septiembre, al encender las cazuelas, celebramos no sólo el mes patrio, sino también la relevancia de la cocina tradicional mexicana: un patrimonio vivo que combina practicidad, identidad y sabor, y que ha llevado a la gastronomía de México a ocupar un lugar destacado en el mundo.

Sobre Peltre Lonchería
Peltre Lonchería es un espacio en la Ciudad de México que celebra la cocina mexicana con un enfoque fresco y contemporáneo. Inspirada en recetas tradicionales, su propuesta combina ingredientes de calidad y preparaciones que honran nuestras raíces, convirtiéndose en un referente para quienes buscan platillos con historia y sabor auténtico.