La noticia ahora es digital

Introducción al Habano y su maridaje

Por Blanca Alsogaray

Ganadora del “Premio Habano” en la XXIII Edición del Festival del Habano

El habano es un producto cubano de una región especial de la isla y cuenta con una denominación de origen protegido. Se puede decir que el habano es como el vino: hay años en los que las cosechas salen mejores por más que el tratamiento de la materia prima sea el mismo.

Mi viaje con el habano comenzó a los 15 años, una tarde en la que mi hermano y yo decidimos robarle habanos a mi papá como una picardía adolescente que no terminó de la mejor manera porque tragamos el humo y nos mareamos. Ahí empecé a adentrarme en este mundo y decidí que quería dedicarme a esto, y empecé a buscar cómo acercarme a Cuba para importarlos porque en ese entonces quienes lo fumaban en Sudamérica debían comprarlo en Europa para conseguirlo de buena calidad.

Elegir un habano es todo un ritual, cortarlo de la forma que más nos guste (en V, recto o con un despuntador), encenderlo suavemente rotándolo en la mano hasta que tome el fuego y cuidarlo para que no se apague. Estos pasos iniciales nos pueden llevar entre 5 o 10 minutos, con lo cual es importante dedicarle tiempo.

¿Con qué marida bien un habano?

Podemos acompañar un habano con bebidas como vino, ron o whisky, pero cada persona tiene que probar cómo le gusta más. Mi opinión es que no marida bien con champagne, pero sí con un buen vino blanco seco o un tinto. La clave es que no se tapen los sabores, sino que se potencien.

No podemos compararlo con el cigarrillo porque son dos productos totalmente distintos. Al habano hay que dedicarle tiempo. Además, no se traga el humo, sino que se saborea en la boca. También hay quienes sostienen que sólo se fuman los primeros dos tercios, pero en realidad cada uno tiene que hacer lo que le gusta mientras le dé placer. Yo me lo termino todo y mis colegas me identifican por eso.

Es un momento de encuentro de grandes reuniones y momentos. En mi Casa del Habano en Argentina nos juntamos todos los viernes en la tarde a fumar con un grupo de amigos y clientes de muchos años, y es un espacio muy agradable para compartir. No elegimos el mismo, sino que cada uno selecciona el propio para llevarlo durante largas charlas.

Si bien en Argentina y México tenemos un largo recorrido en este rubro porque fuimos los primeros países en fundar La Casa del Habano -que hoy cuenta con más de 150 sucursales en todo el mundo-, el mundo de los habanos tiene mucho por descubrir.

Fuente, imagen y redacción: lagula.com.mx